Cuando hablamos de música, como en el caso de cualquier sonido hablamos de movilidad. El que nosotros que habitamos Quito en la actualidad, escuchemos y produzcamos metal y hardcore, implica que haya habido toda una cadena de procesos por los cuales estos estilos viajaron desde sus matrices geográficas generando un espacio de producción cultural en un nivel local. Mucho se habla que estos dependen de flujos de personas, mercancías, ideas y medios de comunicación. La intensión aquí, es ubicar estos procesos y entender como es que van adquierendo significados localmente. Es decir, entender los procesos por los que la gente de la escena de hardcore y metal de Quito se empieza a relacionar en un primer momento con el hardcore y el metal, y cómo estos estilos llegan a ser una parte significativa de sus vidas.
